Un recurso bíblico necesario para las mujeres de hoy en día que quieren vivir libremente en una cultura de continua comparación.
¿Te comparas constantemente con otras personas? En los medios sociales, en tu vecindario, en la iglesia, o al dejar a tus hijos a la puerta de la escuela, ¿te esfuerzas por demostrar que estás a la altura... y luego te sientes avergonzada cuando no es así? Medirse a sí mismo de acuerdo a los estándares de los demás no es saludable. Y no es el plan de Dios. De hecho, el camino de Jesús va completamente al revés del camino de este mundo sumergido en la competencia y la comparación. Jesús nos invita a seguirlo y a recuperar la libertad, la confianza y el gozo.